TEXTO CANÓNICO CONCORDADO EN ESTILO AUTOBIOGRÁFICO VOCALIZADO POR EL AUTOR
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[PREGUNTA Nº 108]:
“Así que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios, pues, juntó, el hombre no lo separe”. El hombre y la mujer casados, son una sola carne hasta que la muerte los separe. San Mateo y san Marcos han dejado esculpidas en las conciencias unas palabras de Cristo que son de actualidad para todas las generaciones. Ser una sola carne con tu mujer, ser una sola carne con tu marido, debería ser causa de una misma buena voluntad común y sin embargo esto, con frecuencia no se da. Ser una sola carne con tu cónyuge no implica responsabilizarte de sus actos. Cada cual responde de los suyos. En la otra vida, las cosas son diferentes, como así mismo, Jesucristo lo indica... ¿Cuál de las respuestas es la correcta?
A. El hombre y la mujer casados, así permanecen para siempre. Una sola carne hasta que la muerte los separe. Al otro lado una sola carne resucitada por toda la eternidad.
B. Mas los que fueren hallados dignos de tener parte en aquel siglo y en la resurrección de entre los muertos, ni toman mujer ni toman marido; pues ni morir ya pueden, como que son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección.
C. El vínculo matrimonial es eterno. En este mundo, mujer y marido tendrán espíritus diferentes, pero solo tendrán una sola carne hasta que la muerte los separe. Al resucitar, este vínculo permanece, sus cuerpos resucitados serán uno solo.
TIENE 2 OPCIONES
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ELIJA RESPUESTA



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