TEMA 81 SOLO TEXTO

TEMA 81 En la Perea. Misión de setenta y dos de mis discípulos. (Lc 10,1-12)
[Con estos datos que solo san Lucas aporta, se puede comprender que no solo eran 12 los discípulos que seguían al Maestro. Jesús, envía, de dos en dos, hasta 72 de sus discípulos, luego cabe pensar que a Cristo le acompañan muchos hombres que, muy probablemente, abandonaron su hacienda y su familia por seguirlo. Leemos]:
TEXTO CONCORDADO Y AUTOBIOGRÁFICO
Y tras esto designé también a otros setenta y dos y los envié de dos en dos delante de mí a toda ciudad y lugar adónde Yo había de ir. Y les decía:
—“La mies es mucha, y los obreros, pocos; rogad, pues al Señor de la mies que mande obreros a su mies.[1] Id; mirad, que os envío como corderos en medio de lobos.  No llevéis bolsa, ni alforja, ni zapatos, y a nadie saludéis por el camino. Y en la casa que entrareis, primero decid:
“Paz en esta casa”.
Y si allí hubiere un hijo de paz, reposará sobre él vuestra paz; si no, retornará sobre vosotros. Y en esa misma casa quedaos, comiendo y bebiendo de lo que allí hubiere, porque digno es el obrero de su salario.
No os paséis de una casa a otra. Y en cualquiera ciudad que entrareis y os recibieren, comed lo que os presenten, curad a los enfermos que hubieren en ella, y decidles:
“Está ya cerca de vosotros el Reino de Dios”.
Y en la ciudad en que entrareis y no os recibieren, saliendo a sus plazas decid:
“Hasta el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad a nuestros pies lo sacudimos sobre vosotros; sabed, empero que está cerca el Reino de Dios”.
Os aseguro que en aquel día se usará menor rigor con Sodoma que con aquella ciudad”.
COMENTARIO
“La mies es mucha, y los obreros, pocos; rogad, pues al Señor de la mies que mande obreros a su mies”. Lc 10,2. Este mismo párrafo lo hemos visto antes en Mt 9,37, cuando Jesús ha enviado a sus primeros Doce discípulos con la potestad de lanzar demonios y de curar toda enfermedad y dolencia. Ahora, en lugar de doce, serán setenta y dos y, sin embargo, Jesús sigue manifestando que los obreros son pocos, porque la mies es abundantísima.
Van predicando el Reino de Dios, lo predican según las enseñanzas que han recibido de su Maestro. ¿Y cuáles son estas enseñanzas?, pues, evidentemente, todas las que hemos visto en cada una de las páginas de este hermoso Libro, pero, no es menos cierto, que, entre líneas, hemos captado la labor incansable del Mesías con sus discípulos, a los cuales explicaba, en privado, con detalle, todas las cosas que enseñaba en público. El discípulo de Cristo dará gratuitamente la palabra que salva y la salud que sana a aquel que la necesite. Estos poderes los recibió de balde y de balde los ha de dar.




[1] La mies siempre será mucha y los obreros serán enviados según sepamos pedírselo al Señor de la mies y los obreros. La mies es el mundo, el Señor es Cristo y sus operarios son todos los cristianos que están obligados, por amor, a dar a conocer a su Señor, que los envía como ovejas en medio de lobos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario