[Este individuo es presentado a nuestra
consideración solo por san Lucas, que nos dice]:
TEXTO
CONCORDADO Y AUTOBIOGRÁFICO
Les propuse una parábola en orden a que es
menester siempre orar y no desfallecer, diciendo:
“Hazme justicia de mi
contrario”.
Y por algún tiempo no
quería. Pero luego diciendo para sí:
“Verdad es que ni temo a
Dios ni respeto a hombre; con todo, porque esa viuda me importuna, le haré
justicia, no sea que por remate me abofetee”.
Oíd lo que dice el juez
inicuo. ¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche,
y se mostrará remiso en su causa? Os digo que les hará justicia sin tardar.
Pero el Hijo del hombre al venir, ¿por ventura hallará tal fe sobre la
tierra?”.
COMENTARIO
Dios siempre hace justicia, pero si esta se
le demanda con pertinaz premura, si se pide con imperiosa Fe, esta justicia se
consuma con brevedad divina, justo en el tiempo de oportuna providencia, cuando
más eficaz resulta para la mujer y el hombre que la reclama. Este individuo es
presentado a nuestra consideración solo por san Lucas. Impartir justicia es una
de las profesiones más comprometidas. A quien mucho se le dio mucho se le
reclamará. En breve, quien interpreta la Ley para dictar la sentencia que se
aplicará, según los hombres, a la persona juzgada, será, a su vez, juzgado a lo
divino en clave de eternidad, para bien o para mal de quien aquí administró
justicia entre los hombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario