TEMA 106 SOLO TEXTO

TEMA 106   El juez inicuo. (Lc 18,1-8)
[Este individuo es presentado a nuestra consideración solo por san Lucas, que nos dice]:
TEXTO CONCORDADO Y AUTOBIOGRÁFICO
Les propuse una parábola en orden a que es menester siempre orar y no desfallecer, diciendo:
 —“Había un juez en cierta ciudad que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había también en aquella ciudad una viuda, que venía a él y le decía:
“Hazme justicia de mi contrario”.
Y por algún tiempo no quería. Pero luego diciendo para sí:
“Verdad es que ni temo a Dios ni respeto a hombre; con todo, porque esa viuda me importuna, le haré justicia, no sea que por remate me abofetee”.
Oíd lo que dice el juez inicuo. ¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche, y se mostrará remiso en su causa? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero el Hijo del hombre al venir, ¿por ventura hallará tal fe sobre la tierra?”.
COMENTARIO
Dios siempre hace justicia, pero si esta se le demanda con pertinaz premura, si se pide con imperiosa Fe, esta justicia se consuma con brevedad divina, justo en el tiempo de oportuna providencia, cuando más eficaz resulta para la mujer y el hombre que la reclama. Este individuo es presentado a nuestra consideración solo por san Lucas. Impartir justicia es una de las profesiones más comprometidas. A quien mucho se le dio mucho se le reclamará. En breve, quien interpreta la Ley para dictar la sentencia que se aplicará, según los hombres, a la persona juzgada, será, a su vez, juzgado a lo divino en clave de eternidad, para bien o para mal de quien aquí administró justicia entre los hombres.

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