TEMA 119 SOLO TEXTO

TEMA 119   Echo del Templo a los que vendían y compraban. (Mt 21,12-13; Mc 11,15-19; Lc 19,45-48)
[Tres años atrás, Jesús expulsó a los mercaderes del templo de su Padre. De aquella primera expulsión tendremos noticias solo de san Juan. Cuando ya acaba su vida pública, el Mesías, vuelve a expulsar a estos mismos mercaderes, conjuntamente corrompidos con los sacerdotes del Templo, que autorizaban semejante desprecio al lugar sagrado donde se encontraban. Este pueblo es el mismo del que Moisés decía que era de “dura cerviz”. Serán los Sinópticos quienes dejarán escrito este bochornoso comercio en un lugar, que Jesucristo manifiesta, con autoridad divina, ser Casa de oración. Así lo testifican los tres evangelistas, el mismo Dios nos asegura que: “Mi Casa será llamada Casa de oración”, y con esto se diferencian de san Juan, que no lo dice. Leemos]:
TEXTO CONCORDADO Y AUTOBIOGRÁFICO
Y llegamos a Jerusalén y habiendo entrado en el Templo de mi Padre, comencé a echar de allí a los que vendían y a los que compraban en el Templo, y volqué las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían las palomas, y no consentí que nadie trasladase objeto alguno pasando por el Templo. Y enseñándoles les decía:
—“¿Es que no está escrito que:  
“Mi casa será llamada casa de oración para todas las gentes?”
Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”.
Y lo oyeron los sumos sacerdotes y los escribas, y junto con los primates del pueblo, buscaban manera de acabar conmigo, porque me tenían miedo; y no atinaban en lo que habían de hacer, pues el pueblo todo, oyéndome, estaba pendiente de mis labios y asombrado de mi enseñanza. De día enseñaba en el Templo y cuando se hacía tarde me salía fuera de la ciudad.

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