[Solo san Mateo deja constancia de estas palabras
de Jesucristo que enlazan con la reflexión de la página anterior. ¿Cuándo, Dios
mío, oiré en los labios de un judío: “Bendito el que viene en el nombre del
Señor”? Leemos]:
TEXTO
CONCORDADO Y AUTOBIOGRÁFICO
—“¡Jerusalén,
Jerusalén, la que mata los profetas y apedrea a los que han sido enviados,
cuantas veces quise recoger a tus hijos de la manera que la gallina recoge a
sus pollitos debajo de sus alas, y no quisisteis! Mirad, déjase para vosotros
vuestra casa, desierta. Porque os digo: no esperéis verme a partir de ahora,
hasta que digáis:
“Bendito
el que viene en el nombre del Señor”.

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