[Gracias a san Mateo y san Marcos sabemos de
otro milagro portentoso de multiplicación de panes y peces. He buscado en el
Programa Concordante la palabra “compasión” y he comprobado que Jesús solo la
pronuncia en esta ocasión. Sintió pena por la multitud que le seguía. Esta fue
la razón principal que motivó este nuevo milagro. Jesús tiene un Corazón de
Hombre, que se enternece con el padecer de los hombres. Si este Cristo mío y
Jesús de mi alma se conmueve por una pasajera necesidad material, cuánto más
será su compasión y Misericordia por aquel hombre o mujer que sobrelleva la
profunda amargura de una adversidad inesperada. ¿Verdad que me entiende?]:
TEXTO
CONCORDADO Y AUTOBIOGRÁFICO
Y como de nuevo no tuviesen que comer, llamé
a mis discípulos diciéndoles:
—“Siento compasión de esta
muchedumbre, pues ya tres días permanecen conmigo y no tienen qué comer, y si
los despidiere ayunos a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de
ellos han venido de lejos”.
Dijeron mis discípulos:
—“¿De dónde podrá uno aquí, en la soledad,
saciar a éstos de panes?”
Les pregunté:
—“¿Cuántos panes tenéis?”
Me contestaron:
—“Siete”.
Mandé a la gente se sentase en el suelo y
tomando los siete panes, haciendo gracias, los partí y los di a mis discípulos
para que los sirviesen. Tenían también unos pescadillos que bendije y mandé que
los sirviesen. Y comieron todos y se saciaron, y de los pedazos sobrantes
retiraron siete espuertas llenas. Y los que comieron eran cuatro mil hombres,
sin contar niños y mujeres.
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