[Esta escena solo es de san Marcos. El único
milagro de Jesús ejecutado en dos partes. Leemos]:
TEXTO
CONCORDADO Y AUTOBIOGRÁFICO
Llegamos a Betsaida y me traen un ciego
rogándome que le tocara. Cogiendo la mano del ciego lo saqué fuera de la aldea
y habiendo escupido en sus ojos y puestas mis manos sobre él le pregunté:
—“¿Ves algo?”
El ciego alzando los ojos decía:
—“Veo los hombres…me parecen árboles…los veo
caminar”.
De nuevo puse mis manos sobre sus ojos y
distinguió claramente todas las cosas y le dije:
—“No
entres siquiera en el pueblo”.

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